La ruta Sendeiro do Tambre PR-G 11 es una de las mejores travesías situadas en el municipio de Noia, en la provincia de A Coruña. Es una ruta lineal de 8 kilómetros entre ida y la vuelta y, si vais a estar un fin de semana por la zona, es complementable con hacer otras rutas como la ruta del río Traba.
Está dividida en tres partes, teniendo cada una de ellas su dificultad y longitud. Se empieza por la más sencilla, luego la de dificultad media y por último la más difícil. En la ruta oficial se diferenciada por colores, pero el paso del tiempo ha eliminado el rastro de la identificación. No obstante, se distinguen perfectamente por los diferentes tipos de senderos.
Sendeiro do Tambre paso a paso
¡Comenzamos! Nos dirigimos a la Central Hidroeléctrica do Tambre. No se debe entrar con el coche en el recinto. Hay que aparcar fuera. Dentro está reservado para el personal de la central y los huéspedes del hotel.
La Central fue diseñada por el arquitecto gallego Antonio Palacios en 1924 y logró construirla en menos de tres años. A día de hoy sigue funcionando y se le conoce como la catedral de las centrales hidroeléctricas.
Además de la central, hay un pequeño hotel y varias edificaciones menores que eran utilizadas por el personal de mantenimiento. En el jardín encontrarás varias piezas de la antigua fábrica expuestas como monumentos.
Uno de los principales atractivos del lugar, además del paisaje, es el puente colgante, que une los municipios de Noia y Serra de Outes. No puedes irte sin cruzarlo y admirar el paisaje desde el otro lado del río. Es espectacular.
El inicio de la ruta no tiene pérdida. Está por la derecha, antes de llegar al puente. Es un sendero de tierra bastante amplio y tiene varios puentes con barandillas amarillas. Este es el ÚNICO TRAMO RECOMENDADO PARA NIÑOS.
Por el camino hay indicadores para ver las pesqueiras a orillas del río Tambre. Estas se utilizaban para extraer grandes cantidades de lamprea y gran parte de ella se exportaba a varios puntos de España.
Por desgracia, la construcción de la presa Barrie De La Maza perdió caudal y poco a poco la lamprea también fue desapareciendo.
El primer tramo termina al llegar al Refugio de Pescadores. A nuestra derecha está lo que era una Charca para las ranas, aunque no sabría decirte si las hay todavía porque hace tiempo que no se ve ninguna.
A partir de aquí, comienza el tramo de dificultad media y e distinguen ya los cambios en el sendero, `pues es más estrecho, tiene más piedras y más vegetación. Después de unos pocos metros, nos encontramos con una pequeña pasarela que nos ofrecerá una bonita panorámica del valle y del río, que en esta parte forma varios saltos de agua y corrientes.
Unos pocos pasos más adelante ya tendremos a la vista la pasarela más grande. Lamentablemente, están en muy mal estado. Les faltan tableros, parte de la barandilla y, en algunas zonas, las tablas se mueven. Necesitan una buena reparación.
Las pasarelas están clavadas en la paredes del cañón del río y se enlazan de nuevo al sendero. Aquí, diría yo que es el fin del segundo tramo y el inicio del último, que es el más difícil.
A partir de aquí, los senderos tienen bastante desnivel, se sube y se baja varias veces. Además, durante gran parte del recorrido se camina al borde del acantilado, por lo hay que ir con precaución. El bosque, al ser muy frondoso, tiene mucha humedad, lo que lo hace bastante resbaladizo. No obstante, el camino tan verdoso y pegado al río me encantó.
Nos encontramos con varios árboles en medio del camino. Incomodan, pero no impiden el paso.
Nos encontraremos varios puentes más y alguna pequeña fervenza.
Pasamos por un lugar que me resultó muy curioso. Casi llegando al pie del río, caminamos por una ladera cubirta de rocas, como si hubiese habido algún desprendimiento. Debemos llegar hasta la orilla y atravesar el bosque hasta llegar a un riachuelo que desemboca en el Tambre.
Nosotros, al ser primavera, pudimos cruzarlo por las rocas, pero en invierno sería casi imposible.
Contenidos relacionadosTampoco es que haya nada muy interesante más allá del río, pues nuestra intención era únicamente llegar al embalse Barrie De La Maza, pero solo pudimos caminar un kilómetro más, ya que el camino desapareció ante nuestros ojos.
LLegamos a la altura de la nueva central hidroeléctrica y en ese punto dimos media vuelta.
A pesar de no haber cumplido los objetivos que llevábamos, la ruta nos encantó tanto, que volvimos varias veces más, pero fue en esta última cuando vimos que las pasarelas empeoran a pasos agigantados.
Sin más, me despido un poco triste por no poder alagar esta ruta como se merece. Espero y deseo que al pasar el invierno las autoridades competentes le dediquen los cuidados necesarios para que podamos volver a caminar tranquilamente por este maravilloso paraje. Será un placer volver a Noia. Hasta pronto.
En Noia también puedes visitar la fervenza de Argalo y el mirador de San Lois, que te ofrece una magnífica panorámica de la ría de Muros-Noia.