Devesas do Candán

Sendeiro das devesas do Candán

El sendero de las devesas PR-G-227 está situado en el municipio pontevedrés de Lalín, y discurre por uno de los territorios más desconocidos de Galicia, como es la Sierra de O Candán.

Una zona repleta de paisajes increíbles para explorar y disfrutar a través diferentes rutas como son: sendero do Deza y cascada do Toxa y la ruta de Trasdomonte con la cascada de A Graña.

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Recorre valles y laderas a través de frondosos bosques, antiguas corredoiras, cruza varios puentes, pasa por aldeas, visita una cascada y por último un mirador. Es un recorrido muy completo y variado.

Bosque de O Candán.

Esta sierra se ubica en la cordillera Dorsal Gallega, que atraviesa la comunidad de norte a sur. Una de sus principales características son sus montañas redondeadas que apenas superan los mil metros, siendo sus picos más altos: San Benito (1017 metros) y Monte Coco (969 metros).

Este territorio cuenta con una gran diversidad botánica y es una zona de especial conservación, sus frondosos bosques autóctonos están formados de: robles (carballos), castaños, abedules y abundante acebo, que es una especie protegida.

Sierra de O Candán.

En cuanto a la fauna, en la sierra de O Candán habitan especies en peligro de extinción, como son: el lobo, el gato montés, la lechuza, el águila ratonera, el águila real, el buho real, la comadreja y el zorro.

Algo importante a tener en cuenta, es que hay que cruzar numerosos riachuelos saltando de piedra en piedra, unos cuatro, así que no es recomendable realizarla después de muchas lluvias ya que probablemente no se podrá cruzar alguno de ellos, principalmente el rego das Minas que es el más caudaloso.

Como llegar al inicio de la ruta:

Nos dirigimos hacia la aldea de Bustelos, en la parroquia de Vilatuxe. La ruta parte desde la capilla de San Bartolomeu, que está situada en el punto más alto de la aldea, donde podrás aparcar.

El sendero es ancho y está flanqueado por muros de piedra, caminamos unos 300 metros hasta llegar al primer cruce. Nosotros decidimos seguir hacia la derecha y dejar el mirador para la vuelta, pero es indiferente.

Primer cruce, nosotros seguimos el camino de la derecha.

El recorrido está señalizado de manera irregular, por lo que es necesario llevar el track de la ruta, echamos en falta alguna señalización en varios cruces, por lo demás se encuentra bien acondicionada, excepto algún tramo que explicaré en su momento.

Poco después de desviarnos comenzamos el primer descenso, un camino en zigzag con vistas al valle. Una parte del sendero coincide con el Trail de Vilatuxe Desafío serra do Candán.

Sendero en zigzag.

A medida que descendemos, el bosque se vuelve más espeso y se pueden apreciar todas sus tonalidades otoñales. El primer río que nos topamos es el río das Grovas que cuenta con una antigua pontella de piedra.

Río das Grovas.

A lo lejos se encuentra un antiguo molino y una pequeña presa, que forman un paisaje idílico.

Molino en el río das Grovas.

Ahora toca caminar en ascenso, lo haremos hasta aproximarnos a la población de Ameixedo, antes de entrar en la aldea volvemos a desviarnos hacia el bosque, esta vez cuesta abajo hasta llegar el primer riachuelo que hay que saltar.

Sendero empedrado.

Pegamos un pequeño brinco y continuamos, los caminos están bien marcados, los muros cubiertos de musgo, a través de este paisaje de cuento llegamos a lo alto de la sierra, desde aquí podemos ver las montañas y el valle formado por el río Deza.

Valle formado por el río Deza.

Llaneamos un poquito hasta volver a caminar en descenso, pero esta vez de manera más suave.

Atravesamos la aldea de Portomarín donde algunas de sus casas se encuentran abandonadas. Hay una pequeña capilla situada en unos amplios prados desde donde podemos disfrutar de una bonita estampa.

Aldea de Portomarín.

Continuamos de nuevo en descenso hacia el río Deza, cruzamos un puente de madera nuevecito, y volvemos a subir.

Paisaje de la Sierra de O Candán.

Nuevamente estamos en lo alto de la sierra, el paisaje no puede ser más bonito, todo lo que nos rodea es naturaleza, bosque y bosque, desde aquí se puede ver la magnitud de estas montañas.

Sierra de O Candán.

Caminamos un trecho en llano admirando el paisaje, y nuevamente descendemos hasta alcanzar el río Zobra.

Puente sobre el río Zobra.

Una vez más caminamos en ascenso hasta alcanzar la parte alta de la sierra, atravesamos la devesa de Moa hasta llegar a otro riachuelo, es el rego de Chedas.

Puente sobre el rego de Chedas.

En este punto, el sendero continua hacia la derecha inmediatamente al cruzar el puente, este tramo a pesar de que más arriba está señalizado con postes, se encuentra en un estado regular, si no se limpia será intransitable en poco tiempo, ya que los arbustos campan a sus anchas.

Tramo con arbustos altos.

Es un sendero muy estrecho y con bastante pendiente, debemos caminar unos 300 metros hasta una pista forestal. Esta parte es bastante monótona, caminamos tranquilamente y en llano por varias pistas más hasta que se termina el camino.

Llegamos a una extensa braña pensando que nos habíamos perdido, pero no, el sendero se encuentra a nuestra derecha, si uno no se fija bien pasa desapercibido, y auque no está en las mejores condiciones debido a la vegetación, se pasa sin problema.

Este pequeño tramo nos lleva a otro riachuelo que hay que saltar por donde se pueda, a continueación debemos seguir el camino a ras del muro que nos llevará a una extensa zona de brañas, el sendero está bordeado de carballos, alguno de ellos de altura considerable.

Roble Centenario.

Aproximadamente en el kilómetro 11 alcanzamos la carretera y caminaremos por esta 1.500 metros. De nuevo cruzamos el río Deza, esta vez por el puente Bustelo, una construcción de hierro granate.

Unos metros más adelante nos desviamos a la derecha por una pista en ascenso, este desvío podría evitarse puesto que no tiene mayor interés, es subir por la ladera para descender y alcanzar de nuevo la misma carretera unos metros más adelante.

Unos 500 aproximadamente, debemos desviamos por un camino que surge a la izquierda de la carretera, este cuenta con algunos postes indicativos.

Panorámica a la devesa de Moa.

Nos encontramos de nuevo rodeados de naturaleza, en busca de la fervenza rego das Minas.

El camino se adentra en un frondoso bosque y volvemos a encontrarnos un pequeño regato, lo saltamos con facilidad y continuamos. A medida que nos acercamos a la cascada el terreno tiene más pendiente y es resbaladizo, hay que ir con sumo cuidado.

Bosque de carballos y acebos.

La fervenza do rego das Minas es un bonito salto en forma de abanico, suele llevar poca agua en verano por lo que la mejor época para visitarla es en otoño, por suerte pudimos saltar el río sin problema y continuar, en caso de no poder saltarlo se debe hacer un buen rodeo.

Fervenza Rego das Minas.

Ahora nos queda un tramo durillo, subir todo la ladera tiene su dificultad, es un terreno con mucha pendiente y hay que sumarle lo resbaladiza que está por la humedad. Poco a poco, no sin esfuerzo, llegamos al desvío que nos llevará al mirador.

Estamos en los últimos kilómetros de la ruta, y a tan solo 800 metros del mirador de Pedroselo, una plataforma de madera y un gran banco nos permiten admirar una espectacular panorámica de la sierra de O Candán, de su valle y sus devesas.

Mirador de Pedroselo.

El viento soplaba con fuerza cuando llegamos, y solo hicimos para obligatoria, de nuevo nos pusimos en marcha, solo nos quedaba un kilómetro y algo para la aldea de Bustelos, donde nos espera nuestro coche.

Mi valoración de la ruta es muy buena, sí que es cierto, que hay dos tramos que no están a la altura del resto, como ya he mencionado, y el tramo por carretera siempre le resta belleza. Por los demás es una ruta a nivel paisajístico impresionante, recorrer kilómetros de bosque autóctono es un auténtico privilegio.

Bosque autóctono gallego.

Ha sido una grandísimo placer caminar por la sierra de O Candán. Espero volver pronto y descubrir más de este territorio tan desconocido. Hasta pronto.

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