Pozas Can Loureiro, Muros.

Ruta en Muros, pozas Can Loureiro y refugio O Outeiro

Esta ruta no homologada discurre por el municipio coruñés de Muros, es un recorrido circular de casi 12 kilómetros y dificultad moderada.

Panorámica a la ensenada del río de Rateira.

Es una combinación de distintos terrenos y paisajes, siendo los primeros 3 kilómetros por senderos fluviales, los siguientes 7 kilómetros por pista forestal y los últimos 2 kilómetros por carretera.

Esta ruta se puede complementar con la visita a los hórreos del pueblo de Bornalle, que se encuentran a poco más de 500 metros del inicio de la ruta, siguiendo un pequeño tramo del Camino de Santiago de la ría de Muros Noia.

Bornalle, Muros.

Y en el mismo municipio, discurre la ruta de Monte Louro y laguna de Xalfas, que recorre playas, el pico más alto del pueblo, desde donde se contemplan unas vistas de infarto, y la laguna.

Si dispones de algunos días, te recomiendo visitar el municipio vecino de Carnota, que cuenta con dos hórreos de grandes dimensiones, que ocupan el segundo y tercer puesto en la lista de los hórreos más grandes de Galicia, la fervenza das Fontes, situada en un entorno de cuento, el mirador de Bico do Santo y la ruta de Monte Pindo.

Como llegar al inicio de la ruta:

Nos dirigimos al lugar de O Cruceiro, y aparcamos en el arcén, justo al pasar el puente sobre el río de Rateira.

La ruta comienza unos metros atrás por un camino que llega al antiguo puente, pero desgraciadamente este invierno la corriente se llevó gran parte de él dejándolo inservible.

Puente roto sobre el río de Rateira.

Buscamos un camino alternativo que nos deje continuar la ruta y a pocos metros lo encontramos entre las casas, el sendero a pesar de que no está señalizado se distingue bien.

Unos metros más adelante el camino se encontraba inundado por la lluvia de estos días, observamos a nuestro alrededor si había otra forma de continuar y vimos un estrecho sendero que nos desvía hacia el río, cruzamos un pequeño regato por su parte más estrecha y continuamos adelante.

A lo largo de este pequeño tramo fluvial contamos unos cuatro molinos en buen estado de conservación, son los molinos del río de Rateira.

Senda fluvial.

Por momentos podemos incorporarnos al sendero oficial, aunque de vez en cuando tenemos que sortear los enormes charcos para no mojarnos los pies.

Atravesamos la aldea A Rateira y enlazamos con un sendero que nos dirige a la derecha y que está marcado con flechas azules. Solo el tramo del río cuenta con estas marcas por lo que es necesario llevar el mapa si quieres hacer la ruta completa.

A lo lejos oímos el sonido del agua y a pocos metros volvemos a reencontrarnos con el río de Rateira, un frondoso bosque nos envuelve entre un combinado de pinos y eucaliptos, y algún que otro roble.

Casi a ras del río se encuentran tres molinos, pasamos entre ellos y nos acercamos a la orilla, siguiendo las marcas azules caminamos unos pocos metros más en su compañía.

Trío de molinos.

Caminamos un buen tramo siguiendo un antiguo canal, desde lo alto el paisaje se ve impresionante, todo verde, frondoso, y el agua de un azul turquesa, me parece increíble lo bonito que es.

Antiguo canal de agua.

El camino no es fácil de andar, es estrecho y se resbala bastante, a esto hay que añadirle que por momentos caminamos al borde de un barranco y hay que asegurar el paso si no quieres colarte.

A lo largo de este tramo encontramos varias fuentes o pequeños regatos que se forman cuando llueve mucho, caen por la ladera a nuestros pies formando lugares con mucho encanto.

Regatos en el camino.

A medio camino encontramos dos molinos más, los rodeamos por su parte baja y voilá, entre la vegetación aparecen las primeras pozas de Can Loureiro, a estas alturas del año, enero, el caudal baja con fuerza y no se pueden apreciar las formas de las rocas, que la corriente ha esculpido con el pasar de los años.

Primeras pozas de Can Loureiro.

Más arriba descubrimos un paraje espectacular, el río se encajona entre las rocas creando una pequeña cascada, en su caída forma a sus pies una piscina natural. Descendemos con cuidado por las rocas hasta donde se puede y admiramos este rincón impresionante.

Cascada y pozas de Can Loureiro.
Cascada y poza de Can Loureiro.

Después de un pequeño parón, continuamos el ascenso con paso firme para evitar resbalones, unas marcas azules nos dan la opción de seguir de frente o girar a la derecha, la mejor es desviarte hacia el río, desde una gran roca se puede otra cascada y la estrecha garganta que debe atravesar el río.

Cascada.

Unos metros más adelante nos unimos de nuevo al sendero, a partir de aquí el terreno es más llano, nos encontramos en los últimos metros de la ruta fluvial, nos queda saltar un pequeño riachuelo por donde se pueda, y estaremos ya en pista.

Alcanzamos la carretera y caminamos hacia la izquierda unos 100 metros hasta el siguiente desvío, que se encontrará a nuestra derecha, es un camino de tierra que nos llevará hacia el refugio, en O Outeiro, a unos 425 metros de altura sobre el nivel del mar.

Refugio a lo lejos.

Caminaremos en ascenso durante 3 kilómetros, todo este trayecto es a través de pista forestal atravesando bosques de pinos y eucaliptos, al rodear el monte podemos distinguir a lo lejos, en lo alto, una casita en la montaña, es el refugio de O Outeiro, desde ahí hay una panorámica impresionante a la ría da Estrela, y a Muros.

Refugio de O Outeiro.

Se distingue a la perfección la ensenada del río de Rateira, y la playa de Bornalle con su característica forma de península. Hacia el otro lado podemos ver el majestuoso Monte Louro y la villa de Muros.

Vistas desde el refugio.

A partir de aquí ya es coser y cantar, buscamos el sendero que está un poco escondido y descendemos con cuidado, los primeros metros son bastante bruscos sin embargo las vistas lo compensan.

Descenso.

Descendemos y descendemos siguiendo la pista forestal hasta alcanzar la aldea de Priegue, que cuenta con un pintoresco conjunto de hórreos.

Aldea de Priegue.

Nos encontramos en los últimos kilómetros de la ruta, desde aquí caminaremos por asfalto, tras pasar la iglesia de Santo Estevo de Abelleira estaremos a pocos metros de la carretera comarcal.

Iglesia Santo Estevo de Abelleira.

Caminaremos por esta hacia la izquierda, aproximadamente un kilómetro, hasta llegar a nuestro coche.

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Damos por finalizada este maravilloso y sorprendente recorrido por tierras muradanas, ha sido un placer caminar de nuevo por esta comarca. Hasta la próxima. Gracias por leerme.

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