La fervenza de Pedrafigueira también es llamada fervenza das Fontes de Pedrafigueira, que es la aldea donde está situada. Pertenece al municipio de Carnota, comarca de Muros en la provincia de A Coruña.
Se trata de un agradable paseo hasta una de las fervenzas con más encanto de la provincia. Va por el río Pedrafigueira en su descenso hasta el mar, formando pequeños saltos y cascadas. La más grande de ellas es la fervenza das Fontes.
La ruta está conformada por una pequeña caminata de algo más de 2 kilómetros entre la ida y la vuelta, de dificultad fácil, siempre que domines lo que es caminar por pista forestal y senderos. Lo que sí debemos es utilizar el calzado adecuado para evitar resbalones.
Comenzamos. Para empezar, nos dirigimos a la aldea de Pedrafigueira, AC-550, y nos desviamos hacia la escuela infantil Galiña Azul de Carnota. Allí veremos un panel informativo, pero nosotros continuamos unos 500 metros aproximadamente hasta llegar a un pequeño aparcamiento.
Ahora, caminando, atravesamos un pequeño puente y seguimos por una pista forestal en ascenso, hasta llegar a un desvío por la izquierda. Hay un indicador con el nombre de la fervenza, pero no te despistes, pues pasa un poco desapercibido. El sendero está al principio, medio oculto entre la vegetación, pero pasados los primeros metros se distingue el camino perfectamente.
Ahora toca descender. Ve con cuidado, pues el sendero es bastante estrecho. Pronto verás el río y los primeros saltos de agua. Hay también los restos un molino. Para obtener las mejores vistas debes subir unos peldaños y pronto verás la magestuosa cascada de Pedrafigueira al fondo.
A nuestra derecha hay una pequeña elevación, desde la que podrás ver la fervenza de Pedrafigueira desde lo alto. Tendrás una preciosa panorámica del lugar.
No es la primera vez que visitamos esta bonita cascada, pero sí es la primera vez que la vemos así de desbordada. Dos chorros tenía y que fuerza traían. Increíble de bonita.
Yo no quería irme sin verla de cerca y crucé el río agarrándome a un árbol que estaba caído. El agua casi me llegaba a la rodilla. Menuda aventura.
En verano, el río suele llevar poca agua y se puede cruzar por unas piedras perfectamente. En invierno, cruzarlo sin mojarte es más difícil.
Ahora toca volver y lo haremos por el mismo lugar. Si tienes tiempo, en Carnota hay algunos lugares que te pueden interesar, como el mirador Bico do Santo, el mirador Louredo o el Monte Pindo. Tienen además uno de los hórreos más grandes de Galicia, playas y rutas de senderismo.
Y por supuesto, si puedes acercarte a conocer la fervenza de Ézaro, es una de las más espectaculares de Galicia.
Carnota siempre es un buen plan. Ha sido un placer volver a esta tierra. Hasta pronto.