
La ruta dos petroglifos PR-G-238, discurre por el municipio coruñés de Teo, a tan solo 15 kilómetros de Santiago de Compostela; una de las zonas arqueológicas de mayor relevancia de Galicia.
Este municipio cuenta también con otro de los lugares más bonitos de la provincia, como es O Xirimbao, una preciosa zona de recreo con puente colgante y senderos para pasear.

Teo cuenta con un importante grupo de mámoas y petroglifos, la mayoría de ellos datados de la Edad de Bronce, aunque también se descubrieron algunos de la época medieval o posterior, todos ellos están debidamente señalizados.

Es un recorrido de poco más de 12 kilómetros, fácil y muy ameno, señalizado y acondicionado de forma impecable, solo nos encontramos un árbol caído en el camino que se salta y se continua sin problema.
Como llegar al inicio de la ruta:
Nos dirigimos al municipio de Teo, en concreto a la aldea de Cornide. La ruta comienza en la Capilla de los Milagros y Desamparados, donde aparcamos.
Comenzamos adentrándonos en la aldea, y a pocos metros nos desviamos hacia la carballeira de Cornide, bajo sus copas hay instalado un parque infantil y unos bancos. Guiándonos por las señales giramos hacia la izquierda donde encontramos el primer molino, que forma un bonito rincón.

Aquí comienza el tramo acompañando al río Angueira, entre bosque de ribera, carballos y castaños, alcanzamos los petroglifos de Cornide, son unos grabados circulares que se ven claramente, además cuentan con la ayuda de un panel con el dibujo de cada petroglifo.

Volvemos al cruce y una pasarela de madera nos introduce en un frondoso bosque autóctono, que es el tramo más bonito de la ruta.

Aproximadamente a 500 metros volvemos a encontrarnos con los siguientes, Outeiro do Corno I y a unos 200 metros, se encuentran los Outeiro do Corno II y III.

Al separarnos del río, el bosque autóctono comienza a desaparecer dando paso a eucaliptos, la ruta tiene forma de chupa chups y lo que estamos haciendo es el palito, es casi llana pero a partir de aquí comenzaremos a subir suavemente.

Este sendero nos llevará al inicio del tramo circular. Estamos en Monte Piquiño.

Se puede realizar en ambos sentidos, nosotros decidimos continuar hacia la derecha, en sentido contrario a las agujas del reloj, por ningún motivo en especial.
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El primer petroglifo que visitamos es el de Fondau, pero no fuimos capaces a distinguirlo bien, la luz no era la más apropiada, la mejor es por la mañana temprano o por la tarde. Lo que si pudimos ver son las vistas, con el Pico Sacro al frente.


Los siguientes que visitamos fueron Pena Bicuda de Loureiro, al que hay que desviarse unos 400 metros, y el siguiente una curiosa formación rocosa llamada Trono da Raíña. Una roca muy singular.




Descendemos y atravesamos un bonito pinar con rumbo hacia el siguiente petroglifo, Pena Bicuda de Regoufe, a pesar de nuestros esfuerzos tampoco pudimos distinguirlos.
Y para cerrar el círculo visitamos los petroglifos de Meau, desde donde hay unas bonitas vistas de la comarca. Reanudamos la marcha y a unos 400 metros terminamos este tramo circular, ahora toca desandar el mismo camino hasta llegar a la capilla donde nos espera nuestro coche.


La ruta no es la más espectacular pero es muy agradable, además cuenta con un legado rupestre importante y numerosos lugares con mucho encanto, como es el tramo junto al río, que es mi favorito. Por si fuera poco, está muy bien señalizada y acondicionada, que es algo que valoro enormemente.
Se ve que han hecho un excelente trabajo en el recorrido. Felicitaciones al Concello de Teo. Ha sido un placer. Hasta la próxima.