Ruta do foxo do lobo, Cerdedo Cotobade

Ruta foxo do lobo en Cerdedo Cotobade

La ruta Foxo do lobo discurre por el municipio pontevedrés de Cerdedo Cotobade, ayuntamiento que resultó de la fusión entre municipios de Cerdedo y Cotobade en el año 2016.

Muiño das suas Veigas.

Es una ruta circular, con forma de chupa chups; de poco más de 15 kilómetros y dificultad fácil. Aunque la gran parte de ella está en buenas condiciones no está señalizada y es necesario llevar el mapa.

Visitaremos dos playas fluviales, una aldea abandonada, antiguos caminos, grandes extensiones de bosque y el foso del lobo que da nombre a esta ruta, que está situado en una bonita carballeira.

Como llegar al inicio de la ruta:

Nos dirigimos a la playa fluvial de Pozo Negro de Rebordelo, cuenta con área recreativa, plazas de aparcamiento y una antiguo molino de maquila convertido en bar.

Tras cruzar el puente sobre el río Almofrei, caminaremos unos metros por la orilla del río hasta O Muiño dos Milagres, donde comenzaremos a desviarnos por un montículo hacia la carretera.

Muiño dos Milagres.

Atravesando la aldea y caminando casi dos kilómetros entre prados llegaremos a la playa fluvial de A Chan, esta sería también una buena opción para comenzar la ruta, a pocos metros hay aparcamiento y de esta manera solo se realizaría la parte circular.

Playa fluvial de A Chan.

En este punto coincidimos con la Vía Mariana, que recorre el municipio de Cerdedo Cotobade en las etapas 9 y 10.

Esta playa fluvial está habilitada en una zona de molinos, cuenta con merenderos, piscina para niños y una zona de baño para adultos, que ha sido acondicionada en la antigua presa que daba servicio al molino.

Zona de baño de A Chan.

Caminamos por la pasarela, cruzamos el río Almofrei por un antiguo puente de piedra y siguiendo el sendero llegamos a la carretera. Giramos hacia la derecha y caminamos unos 500 metros hasta alcanzar el desvío hacia la aldea de Doade.

Doade.

Atravesamos la pequeña población en suave ascenso, y poco a poco iremos adentrándonos en el bosque. Este tramo por pista forestal se nos hizo un poco monótono, sin embargo debo destacar que atravesamos una bonita carballeira y un pinar.

Carballeira.

El desvío hacia el Foxo do Lobo está un pelín oculto, se encuentra justo en un lado del cortafuegos, a simple vista parece inaccesible, pero pasando los primeros metros se camina por él perfectamente.

Este estrecho sendero desemboca en el robledal donde se halla el foso del lobo, son dos muros altos que van estrechándose formando un embudo, en el vértice se excavaba un profundo foso a donde se arrojaba el lobo.

Carballeira y muro del foso del lobo.
Resto del Foso del lobo.

Reanudamos la marcha y caminamos hacia la parte alta de la sierra, aquí el viento se hacía notar; descendemos y nos adentramos de nuevo en un impresionante bosque, siguiendo el sendero que da paso a un antiguo camino empedrado llegamos al puente Serrapio.

Camino empedrado hacia el puente Serrapio.

Fue construido probablemente en el siglo XVIII, es de piedra y tiene un solo arco. El río Almofrei nos deja aquí una bonita estampa.

Puente Serrapio.

Dejamos atrás el puente pero el paisaje sigue siendo espectacular, estamos rodeados de un impresionante bosque, a mitad de camino nos encontramos un grupo de secuoyas, son poquitas pero su tronco esbelto y altura llaman la atención.

Secuoyas.

Más adelante volvemos a cruzar el río Almofrei y caminando a su lado, llegamos a la carretera PO-233. Estamos en el kilómetro diez.

Puente sobre el río Almofrei.

Siguiendo hacia la derecha, a unos 300 metros nos desviaremos hacia la izquierda por un camino empedrado y cruzaremos nuevamente el río Almofrei. Esta vez lo haremos por un largo puente de piedra.

Puente de piedra sobre el río Almofrei.

En este último tramo, caminaremos de nuevo por zonas arboladas compartiendo camino con las rutas Camiño Taverneiro y más adelante con, Camiño Sabugueiro.

Camiño Taverneiro.

También tenemos la opción de desviarnos hacia Arufe, nosotros no lo hicimos pero está señalizado por si te interesa, en esta aldea vivían canteros y fue abandonada en el siglo XX. Se conservan restos de casas, hórreos, fuentes y algún palomar.

Y a través de antiguos caminos alcanzamos de nuevo la playa fluvial de A Chan, dando aquí por terminada la ruta circular, ahora debemos caminar por el mismo lugar hasta la playa fluvial de Pozo Negro, donde comenzamos.

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Una ruta preciosa, con kilómetros de bosque y río, no hay para mi nada mejor. Ha sido un enorme placer caminar por Cerdedo Cotobade. Hasta pronto.

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