La ruta da Lagoa/Laguna da Lucenza PR-G-184 está situada en el municipio de Quiroga, provincia de Lugo. Ubicada en el corazón de la Serra do Courel, esta lagoa/laguna es de origen glaciar y tiene una antigüedad de más de 16.000 años. Situada a 1.383 metros de altitud sobre el nivel del mar en la cara sur del pico Formigueiros.
La Lagoa da Lucenza tiene 72 metros de diámetro y según creen los expertos pudo llegar a medir más de 6 kilómetros de longitud y 200 metros de ancho.
La ruta oficial tiene un recorrido de 9,7 kilómetros y es circular, nosotros solo subimos a la Lagoa y dimos la vuelta por el mismo camino, con un recorrido de 7,50 kilómetros entre ida y vuelta. La razón de este cambio de planes fue el tiempo, que es el que manda; a veces las aplicaciones metereológicas se equivocan como fue en nuestro caso y hay que adaptarse.
Comenzamos. Nos dirigimos a la aldea paleozoica A Seara, en el municipio de Quiroga. Debemos rodear la aldea hasta encontrar el panel informativo que estará por nuestra izquierda, no hay una zona habilitada para aparcar así que debemos dejarlo lo mejor posible para no molestar a nadie.
Es una ruta de montaña y tiene dificultad moderada.
Para mí ha sido una experiencia inolvidable, es la tercera vez que veo la nieve y esta vez no solo verla, también caminar y resbalarme, darte cuenta de lo lento que avanzas por ella, hasta nos nevó un poquito. Volver la vista atrás y ver todo nevado, un paisaje de cuento de hadas. Valió la pena? Por supuesto que sí!! y repetiría con mucho gusto.
El inicio de la ruta comienza por caminos de carro, el paisaje que nos rodea no puede ser más bonito, ya desde aquí se veían los picos con nieve, a unos 300 metros nos encontraremos con la fervenza do Fócaro, un bonito salto en un entorno típico de los paisajes de O Courel, cruzamos una pontella y continuamos nuestro ascenso hasta llegar a una bifurcación.
La ruta está perfectamente señalizada por lo menos hasta la Lagoa, hasta tenía lazos rojos y rosas para la guiarte en la nieve.
En la bifurcación debemos seguir el camino de la izquierda, el de la derecha baja hasta una zona de pasto llamada O Lago, con hermosas vistas al valle de A Seara.
Continuamos el ascenso poquito a poco la nieve ya cubre todo lo que nos rodea y no cabo en mí de gozo, pronto avistamos una nueva indicación, debemos girar a la derecha y cruzar el puente sobre el Rego de Murelos.
A partir de aquí el ascenso en más pronunciado y avanzar cuesta. El paisaje que nos rodea es maravilloso, increíble, todo blanco.
Seguimos caminando, a pesar de estar a casi 1.300 metros de altura no hace frío, todo lo contrario, nos sobra el gorro, los guantes hasta la cazadora.
Cuando creemos que estamos llegando comienzan a caer unos copos de nieve, en este momento se nos pasaron un montón de situaciónes por la cabeza, mi miedo era que cayera una fuerte nevada y no saber volver, pero hoy en día el GPS nos da mucha tranquilidad, aún así aquí nos planteamos dar media vuelta.
Solamente cayeron unos pocos copos y paró, a lo lejos avistamos el indicador para el desvío a la izquierda, nuestro objetivo está al otro lado de la colina, atravesamos un pequeño riachuelo llamado Rego do Lago, que nace unos pocos metros más arriba.
Y ahora el último esfuerzo, subir la colina y caminar unos pasos más, ahí nos estaba esperando la Lagoa da Lucenza, rodeada de un paisaje totalmente invernal, con los bordes congelados. Un paisaje limpio y puro a 1383 metros de altura.
La ruta continúa, el sendero te llevará hasta la Campa da Lucenza a 1.482 metros, luego hasta el Teso das Papoulas a 1.589 metros y llegar hasta el pico Formigueiros, el más alto de la Serra do Courel a 1.630 metros sobre el nivel del mar; volver unos metros atrás hasta A Boca da Rogueira y regresar A Seara rodeando el valle.
Nosotros llegados a la Lagoa da Lucenza decidimos dar la vuelta y volver por nuestros pasos, como experiencia ha sido de sobresaliente, pero la niebla pululaba por las cumbres y lo más inteligente es no arriesgar.
Ahora ya de vuelta, todo en descenso, sentía morriña del lugar. La bajada es más llevadera pero con nieve me resbalaba bastante, la panorámica del valle nevado no podía ser más bonita, nos desvíamos unos metros para ver la fervenza Fondo da Petada, pero el camino estaba bastante obstruído por la maleza y dimos la vuelta, otra vez será.
Tengo que decir que en todo este trayecto nos acompañó un perro de la aldea, se veía que hacía la ruta a menudo, llevaba un collar con gps, nos imaginamos que era todo un aventurero y su dueño no quería perderlo. Gracias Can por acompañarnos en esta bonita experiencia.
LLegamos al puente de madera y ya solo nos quedan dos kilómetros para llegar a la aldea, nos acercamos de nuevo a la fervenza do Fócaro a sacarle las últimas fotos y ya pocos metros nos quedan para finalizar esta maravillosa aventura.
Gracias Serra do Courel por estes momentos tan bonitos que vivimos. Ha sido un verdadero placer conocerte. Espero regresar pronto con nuevos planes.