La ruta o roteiro da Broa discurre por el municipio de A Merca, en la provincia de Ourense.
Es un recorrido circular de poco más de 14 kilómetros, a través de zonas boscosas, donde predominan las especies autóctonas como: el castaño y el roble; antiguos caminos y varias aldeas, entre ellas: la aldea abandonada de Ponte Ermida.

En este municipio, a menos de cinco kilómetros del inicio de la ruta, podrás visitar la mayor concentración de hórreos de España, y la segunda de la península ibérica, un fantástico conjunto de 34 hórreos diferentes y muy bien conservados situados en el Campo da Feira. No te vayas sin verlos.
Como llegar al inicio de la ruta:
Nos dirigimos hacia la pequeña población de Entrambosríos, nuestra primera opción era dejar el coche cerca de la Capilla del Carmen, fue imposible, son calles muy estrechas y las pocas zonas que hay para estacionar estaban ocupadas y aparcamos en un pequeño espacio en la carretera, en frente a una parada de bus.
Comenzamos caminando por la pista que atraviesa la aldea por su parte derecha y que nos lleva de nuevo a la carretera.
Casi enfrente se encuentra el letrero que nos indica el mirador Airiña da Lera que es nuestra siguiente parada, ante nosotros se abre un bonito bosque poblado por especies autóctonas, que todavía conservan las tonalidades del otoño.

Caminamos un kilómetro aproximadamente hasta llegar al mirador, allí para nuestra sorpresa nos encontramos también un columpio.
A estas horas de la mañana estaba todo cubierto de niebla, y no se podía ver nada del paisaje, decidimos reanudar la marcha y volver de nuevo al acabar la ruta, ya que no quedaba lejos del coche.

Estamos a finales de diciembre y el suelo está totalmente cubierto de hojarasca, en medio de este maravilloso monte solo se oyen nuestros pasos, en estos espacios siempre me embarga un sentimiento de felicidad difícil de explicar.

Caminamos en suave ascenso atravesando la fraga y llegamos hasta el Coto das Moas, un gigantesco y peculiar pedrusco del que se pueden apreciar buenas vistas a las aldeas colindantes.

Reanudamos la marcha sin perder ningún detalle de lo que nos rodea y alcanzamos la aldea de Covas do Río, dos pequeños hórreos nos dan la bienvenida, la atravesamos y volvemos a adentrarnos en la naturaleza.
De nuevo nos envuelve un bosque impresionante, grandes carballos apuntalan firmes los antiguos caminos, a lo lejos divisamos en lo alto, la aldea abandonada de Ponte Ermida, nadie vive en ella desde 1974.

La aldea conserva todavía gran parte de las casas, aunque en su mayor parte la naturaleza se va adueñando de ellas poco a poco.

Tras cruzar la aldea comenzamos a descender, a lo lejos se oye el sonido del agua, poco a poco vamos acercándonos al río Arnoia hasta llegar a su orilla. Caminamos a su lado un pequeño tramo, nos llama la atención un antiguo puente, el río se llevó parte de él quedando inutilizado.
Más adelante, se forma la presa das Cholas, un rincón idílico donde han colocado un banco de madera, un lugar ideal para sentarse un rato y disfrutar de las vistas y sobre todo, del silencio.

A partir de aquí nos espera un buen ascenso, cruzaremos grandes extensiones de bosque y conoceremos al Carballo do Ferreiro, un ejemplar solitario e imponente, situado en el camino hacia la aldea de Fontao.


Al llegar a la aldea de Fontao giramos a la izquierda hasta llegar a la señal STOP y doblamos a la derecha, a unos 200 metros debemos seguir un camino de tierra que se encuentra a nuestra izquierda.
Poco a poco nos llevará de nuevo hacia el bosque, ante nosotros se abrirán larguísimos caminos y antiguas corredoiras que nos llevarán a la aldea de Oxén, cruzando el lugar de Campogrande.


En la aldea de Oxén nos encontramos en un pequeño dilema con las direcciones, el mapa nos indicaba que había que girar a la derecha sin embargo los marcajes de la ruta indican a la izquierda, después de darle mil vueltas decidimos guiarnos por nuestro mapa.
Giramos a la derecha y caminamos en ascenso un buen tramo, atravesamos un gran pinar hasta llegar a la carretera, seguimos hacia la izquierda unos 200 metros donde se encontraba el desvío, es decir que los dos caminos llegan a este lugar, quizás el otro no tenga tanto desnivel, das un rodeo más grande pero es más llano.
Seguimos el desvío que ahora ya es más llevadero, ahora ya caminamos en descenso por congostras, que son caminos de carros muy profundos, hasta llegar a la aldea de Olás.

Atravesamos esta bonita población de casas de piedra y numerosos hórreos, dejamos atrás la iglesia de Santa María de Olás y pusimos rumbo a la población de Entrambosríos, para finalizar la ruta.
Localizamos el desvío hacia la izquierda y por enésima vez volvemos a adentrarnos en la maravillosa naturaleza, este sendero lo encontramos un poco descuidado, con la hierba bastante alta, y nos resultó un poco extraño puesto que toda la ruta está impecable, aún así son unos pocos metros y se camina bien.

Caminamos casi un kilómetro hasta alcanzar Entrambosríos, visitamos el lavadero y la capilla del Carmen, que combina la piedra con el color rojo intenso de sus puertas y ventanas, desde el patio se puede disfrutar de una bonita panorámica de la zona.
Y se acabó este fantástico recorrido. Descansamos un rato y volvemos al mirador, estaba todo despejado y precioso.

Ha sido un placer caminar por A Merca y ver sus bonitos hórreos de nuevo. Hasta la próxima. Gracias por leerme.